¿Cuántas veces al día piensas que estas gorda, que el pelo no se acomoda como te gustaría? ¿Cuántas veces al día te encuentras defectos?
Vivimos una época difícil, sobre todo para las mujeres. Los cánones de belleza distan de ser lo que eran y nos exigen ser como no podemos. Esta presión social ha fomentado problemas psicológicos en donde la imagen que tenemos de nosotras mismas está distorsionada.
A pesar de hacer un esfuerzo por lucir bien, son muy pocas quienes tienen la suerte de sentirse bien consigo mismas. La mayoría juzgan fuertemente su cuerpo, siempre que comen lo hacen con culpa, cuando se miran al espejo se encuentran defectos que nadie ve, podrían bajar de peso, medir mas, en fin... ser otras personas.
¿Te suena? Algunos indicadores para saber si te juzgas demasiado exigente y cruelmente:
1. Notas únicamente cosas negativas cuando te miras en el espejo o en cualquier reflejo.
2. Te cuesta trabajo aceptar piropos de otras personas. Sientes que lo que te dicen “bonito” no te lo mereces.
3. Rara vez crees que te ves bien.
4. Todo el tiempo te comparas con los demás. Es normal mirar a los demás y compararse uno con ellos, lo que no está bien es encontrar todas las virtudes que los demás tienen contra los defectos que crees que tienes. Piensas cosas como: “tiene las piernas más delgadas” “su cintura es más pequeña” “su busto es más bonito y sus glúteos más tonificados que los míos” “me encantaría tener su cuerpo”
5. Te cuesta mucho trabajo comprar ropa o elegir qué ponerte. Pasas horas midiéndote diferentes cosas y ninguna te gusta cómo se te ve.
6. Evitas asistir a eventos porque sientes que no luces lo suficientemente bien.
7. Criticas tu cuerpo constantemente. Te des o no cuenta, piensas cosas como “tengo mucha panza” “mis piernas son enormes”.
¿Qué hacer? Antes que nada, darte cuenta y después:
1. Hacer conciencia de las cosas impresionantes que tu cuerpo puede hacer (caminar, levantar peso, bailar, hacer posturas complicadas de yoga, dar un abrazo, en fin)
2. Pensar y hacer una lista mental o escrita de las cosas que te gustan de ti y que no tienen que ver con tu cuerpo.
3. Relaciónate con personas que piensen y sean positivas, que valoren lo que eres y te apoyen. Sal con quienes disfrutan de quien eres y como eres.
4. Realiza actividades por el placer de hacerlas. Si haces ejercicio porque quieres quemar calorías, ser una talla menos de ropa, usar bikini mejor elige actividades que disfrutes y te hagan sentir fuerte y bien contigo misma. Poco a poco tu apariencia será mejor.
5. Analiza todas las cosas buenas que te pierdes por invertir mal tu tiempo. Si, porque pasar tu día criticándote y pensando mal de ti, es desperdiciar el tiempo. Dejas pasar o no ves oportunidades y cosas buenas por tener una mala actitud contigo misma.
Recuerda: ¡PENSAR EN LA PERSONA QUE TE GUSTARÍA SER ES DESPERDICIAR LA PERSONA QUE ERES!
Entradas
