Las cantidades o tamaño de las porciones sí importa. Que te sirvan un plato repleto de comida, que te ofrezcan comer en el restaurante todo lo que quieras por poco dinero, que te ofrezcan una rebanada de pastel gratis en la compra de un café, que te agranden la hamburguesa por 3 pesos mas... todo parece una gran promoción y facilmente podemos caer, pero temo decirles que no son opciones saludables. Huyan de estas maravillosas promociones y cuéntenselo a quien mas confianza le tengan.
Actualmente, en México se está buscando por ley, que disminuyan las porciones desproporcionadas de comida en los restaurantes. Hay que cambiar la forma de pensar, ir a comer al lugar donde sirvan más por menos costo puede parecer una decisión inteligente, pero no lo es tanto cuando pones en juego tu salud. A la largo plazo, enfermedades como obesidad, hipertensión y diabetes cobrarán todo lo que te ahorraste en promocionales.
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